Relevamiento de espacios, acondicionamiento de salas, espectáculos con elencos reducidos y unipersonales, hincapié en lo gastronómico, algunas de las estrategias del circuito alternativo.
El circuito de teatro independiente de Mar del Plata trabaja en la definición de una temporada que seguramente será infrecuente en relación a otros veranos. En estos días previos a diciembre, el acento está puesto en el acondicionamiento de cada espacio para cumplir con los protocolos vigentes, aunque algunos de los teatros ya decidieron que no abrirán sus puertas para el público.
Además, desde la Red de Salas de Teatro Independiente realizan un relevamiento de los espacios teatrales con la idea de saber en qué estado se encuentra cada teatro que integra la entidad, a fin de realizar tareas para adaptarse a las normas sanitarias que rigen para la actividad. Sobre todo, se trabaja para asegurar ventilación natural.
Las salas que ya saben que podrán abrir realizarán su lanzamiento de la actividad el próximo 30 de noviembre, el Día Nacional del Teatro y veinticuatro horas antes del arranque oficial de la temporada de verano, previsto para el 1 de diciembre por las autoridades provinciales.
“Estamos a full para abrir los espacios y para estar a la altura de las circunstancias sanitarias, dispuestos a adecuar las salas con el gran esfuerzo que eso significa”, dijo Viviana Ruiz, integrante de esa Red, que en Mar del Plata reúne a unos quince espacios, en los que se desarrollan teatro, música y otras actividades culturales.
En simultáneo, los teatros que ya saben que pueden adaptarse y abrir sus puertas definen su programación, que será diferente a la de otras temporadas. Es el caso de Cuatro Elementos Espacio Teatral, ubicado en Alberti 2746.
“Hemos decidido una programación que conceptualmente es diferente a lo que veníamos haciendo. Vamos a articular el servicio gastronómico que ya disponemos y el espacio al aire libre, tomando como eje más una experiencia para habitar por parte de los espectadores”, contó José Luis Britos, actor y director de teatro y uno de los responsable del complejo.
“La idea es hacer día a día una programación distinta, abarcando el teatro, la danza y el teatro de objetos y ya tenemos avanzando el compromiso con unos cuantos artistas y ofrecer una suerte de experiencia entre lo gastronómico y lo escénico”.
De las cuatro salas que tiene este complejo, la que se usará será aquella que conecta con el patio, la llamada “Espacio Tierra”, al tiempo que también el bar estará abierto, confirmó Britos.
Y, además, pondrán en marcha una serie de seminarios de verano, que incluirá clases de danza y teatro. “En ese sentido va a ser atípico, porque muchas de las clases que no pudimos dar en el invierno en forma presencial las vamos a implementar en una modalidad de seminarios intensivos durante el verano”, agregó.
Por su parte, en la sala de Bolívar 3675, El Séptimo Fuego, trabajan también en la defiición de una temporada con unipersonales y espectáculos cuyos elencos estén formados por no más de tres integrantes, para poder asegurar el distanciamiento social también en el escenario. El unipersonal “Una rosa blanca”, con Lalo Alías, será una de las propuestas de esta sala, aportó Ruiz.
Similar es la situación en la sala El telón, en España 1839. “A diferencia de otros años que hemos programado veinte espectáculos por temporada, ahora seremos más austeros y solo tendremos seis obras, adecuadas al protocolo. En escena no podrán estar más de cuatro actores por las medidas (del escenario). Tenemos producciones propias de la temporada pasada que no podrán estar”, dijo Lolo Yeomans, a cargo de este espacio.
Entre las sesis obras, dos son de su autoría: “Puertas abiertas” y “¿Qué hice? No bebo nunca más”. “Este año queremos dar prioridad a las comedias, creemos que la gente necesita reír”, agregó.
Desde el centro cultural América Libre, en XX de Septiembre y San Martín, en tanto, también trabajan en una programación teatral que se concentrará solo en dos espacios: El Palomar, la sala propiamente dicha del primer piso, y el hall central, en la planta baja.
“La idea es abrir en el verano, todavía no tenemos la programación, lo que estamos proyectando es tener reuniones con les artistas que están siempre en el centro cultural, para saber cómo son las realidades, cómo la ven, que ideas tienen para encarar esta temporada”, dijo Carmen Domínguez, al tiempo que contó que analizan la posibilidad de realizar un festival “más abierto” en la Plaza Rocha, como ya realizaron otras oportunidades.
Otro espacio también dispuesto a abrir es La Guarida, en Entre Ríos 1964. “Nuestro deseo es poder abrir acatando los protocolos. Tenemos varias propuestas teatrales para programar”, dijo Fernando Pereyra, actor y a cargo del espacio.
También las gestoras de El Club del Teatro, sala ubicada en Rivadavia 3422 piensa realizar una temporada adaptada a la normativa que corre.
Aunque aún las programaciones no están cerradas, lo que sí se sabe es que no será una temporada con dobles funciones ni con espacios atiborrados de público. Más bien un verano teatral con funciones intimistas, dadas las precauciones que impone el protocolo sanitario evitar contagios de Covid-19.
Verano sin público para La Maga, El Galpón, La Bancaria y El Vagón de los Títeres
El Vagón de los Títeres, El Galpón de las Artes y La maga son los tres espacios que decidieron no abrir sus puertas para el público con funciones convencionales.
En el caso de El Galpón de las Artes, sala que se levanta en Jujuy 2755, Claudia Balinotti, Mariano Tiribelli y el equipo de trabajo decidieron realizar otro tipo de actividades artísticas, puertas para adentro.
“Si bien la curva (de contagios) empieza a bajar, todavía es riesgoso. Estamos investigando con algunos grupos las posibilidades del streaming. Es posible que hagamos alguna experiencia en ese sentido”, señaló Balinotti.
“Si bien veníamos con muchos ensayos y hubo grupos que no alcanzaron a estrenar en marzo de 2020, tampoco habría espectáculos pulidos y ensayados para lanzar en temporada. Preferimos investigar, hacer algunas pruebas virtuales”, agregó.
En La Maga, la sala de Jujuy 1771, las actividades se van a concentrar en las clases de teatro, a través de talleres y de seminarios para diferentes niveles. Este verano, no habrá funciones con público.
“Si bien contamos ventilación natural y con todos los requerimientos del protocolo, es un espacio chico”, indicó Natalia Elías, a cargo de este espacio. “Vamos a dar clases, entendemos que hay todo un circuito que no fue atendido todos estos meses, y tenemos inscriptos expectantes”, dijo.
Por su parte, Daniel Di Lorenzo también confirmó el cierre temporal de El Vagón de los Títeres, sala instalada en el interior de un vagón, que se encuentra en Luro e Italia, en la estación ferroautomotora.
A su vez, el escenario de La Bancaria, en San Luis 2069, también tendrá un verano sin público. “Estamos adentro de un sindicato y nos piden que no haya tanta circulación de gente, por lo menos este verano nos vamos a guardar y vamos a hacer refacciones adentro de la sala”, precisó Marcelo Cañete.